Rosalinde quiere una excavadora con mando a distancia y su abuelo, sin que Rosalinde se
entere, se la compra para su cumpleaños. El abuelo conoce los pensamientos de Rosalinde
como si fueran los de él.
Rosalinde piensa en lo que significa su nombre: el color rosa y linde, en alemán, es un árbol, el
tilo. Rosalinde imagina que es un árbol y que los pájaros podrían anidar sobre sus ramas.
Un día en clase piensa qué sucedería si se presentara en su casa, o en el parque, o si fuera con sus
amigos al circo, a hacer equilibrios sobre el alambre, con un traje de princesa.
Pero además, Rosalinde piensa en el día de mañana y le gustaría ser futbolista, pero su
amigo Fredi le dice que eso no es de chicas... Rosalinde discute con su amigo, luego en casa,
su madre le llama la atención por tirar un perchero, por dar portazos...
Rosalinde sale a la calle y tan distraída está que no se da cuenta de que va a cruzar con el
semáforo en rojo, menos mal que un policía la advirtió...