Aquí están tus runas. Sus mágicos signos son los mismos que dieron forma al primer alfabeto escandinavo. Renacen con sus virtudes intactas, en el linde de estos dos siglos problemáticos, para dar respuestas esenciales a los cuestionamientos de siempre. Toca tus runas. Hazlo no sólo con las manos sino desde dentro, en confiable entrega. Y pregunta... pregunta... La Sabiduría eterna -esa que no es fruto del intelecto humano- dará luz a tus enigmas. Preferentemente, consulta durante el día sobre asuntos mundanos y reserva la noche para inquirir por secretos mayores e inquietudes espirituales. Aun más. Potencia la exactitud de las respuestas respetando días prefijados: el lunes para los negocios; el jueves para la salud; el viernes para el amor... Piensa que de cada runa se desprende un poder que se traspasa a ti. Los vikingos bien lo sabían y grababan signos rúnicos en las espadas y escudos... Greenpace también lo ha hecho, poniéndolo en su signo.