Cuando te cruzas con una persona en peligro ¿corres a ayudarla? Cuando se equivoca o se porta mal ¿intentas hacérselo ver? Y tú mismo ¿te sientes abrumado por el peso de la vida?
La mayor parte del tiempo desempeñaos nuestro rol habitual en el triángulo drámatico, ya sea como Salvador, Perseguidor o Víctima, y atraemos inconscientemente a nuestra pareja para que participe en dicho juego psicológico. Pero aveces ocurre que nuestro entorno nos obliga a cambiar el rol y empezamos a movernos en esa jaula invisible preparándonos para el próximo guión.
Enriquecido con ejemplos concetros, este libro revela las sutilezas del concepto de triángulo dramático y permite controlar las reacciones automáticas, oportunas o inútiles, a fin de aumentar la libertad para escogerlo todo, reduciendo los conflictos innecesarios o los riesgos de ser manipulado.