Dulce venganza no debe ser leído por aquellos que tengan una venganza pendiente. Podría ser desastroso (lo será).
Las ficciones e historietas de El Fisgón son ajustes de cuentas, desquites animales que nos reembolsan un poco de la humanidad perdida, vindicaciones, pago de facturas pendientes, lecciones dolosas y dolorosas, escarmientos merecidos, muy merecidos. a cabrón, cabrón y medio.
El Fisgón se decidió a jugar con nosotros: con nuestra curiosidad y con nuestras supersticiones. Con sus relatos hemos sido vengados y hemos ejercido nuestras capacidades vengativas.