Haríamos cualquier cosa por nuestros hijos y sin embargo., a menudo nos agotan, nos exasperan, nos enloquecen. Quisiéramos albergar sólo amor y ternura hacia ellos pero no siempre lo conseguimos. ¿Hay que ponerles límites, como insisten las teorías educativas actuales? Tal vez, pero mucho más importante es aceptar que, a veces, no nos gustamos en el papel de padre o averiguar por qué nos sorprendemos repitiendo las palabras de nuestra madre, cuando tanto nos juramos no hacerlo. Los padres perfectos no existen se centra, por primera vez, en los adultos, poniendo de relieve un aspecto que se suele pasar por alto: el papel del inconsciente en la educación. Mediante ejemplos, preguntas y ejercicios prácticos, Isabelle Filliozat ilumina las zonas ciegas de nuestro comportamiento educativo para ayudarnos a aceptar, sin condescendencia pero sin culpa, que no somos perfectos., y poder así empezar a serlo.
