Las capacidades comunicativas son un aspecto vital para el desarrollo de toda persona. Todas las relaciones interpersonales que se establecen a lo largo de la vida están basadas en la capacidad para establecer buenas vías de comunicación. Esto cobra aún mayor importancia en el seno familiar, ya que, a los desafíos tradicionales en la educación de los niños, se suman los drásticos cambios que en los últimos años se vienen sucediendo respecto de la institución familiar. Ante el gran abanico de posibilidades que la vida moderna presenta, es fundamental definir qué tipo de familia se quiere construir y, para lograrlo, se vuelve primordial contar con una buena comunicación familiar.



Esta obra reúne las dificultades más habituales a la hora de hablar con los hijos y propone técnicas de diálogo para resolverlas. Desde el lenguaje corporal hasta las alternativas al castigo, pasando por las diferentes necesidades de los jóvenes a lo largo de sus vidas y por los factores que favorecen un dialogo familiar fluido, cada capítulo se detiene en un aspecto puntual de esta amplia problemática, con la intención de llamar la atención y proponer un cambio positivo, que favorezca el desarrollo de todos los miembros de una familia.