Los medios de comunicación ejercen un atractivo casi irresistible para las personas. Entre ellos, los medios electrónicos (televisión y radio) gozan de una particular preferencia. La exposición pública de personas que desarrollan actividades posibles de ser comunicadas parece ser una necesidad y, en algunos casos, una obsesión. Necesitada u obsesionada, o sometida a esa eventualidad, una persona común puesta ante un medio de comunicación electrónico se enfrenta a una circunstancia desconocida. Hay quienes tienen una particular habilidad para salir airosos de situaciones novedosas; pero es sabido que, en general, estar frente a una cámara con su luz roja encendida o frente a un micrófono conectado genera dudas y temores, reaviva las inseguridades o, simplemente, provoca pánico. Este libro provee de herramientas para que cuando usted sea invitado, llegue advertido al estudio. Es decir, le saque el máximo provecho al espacio mediático y atraviese la experiencia sin sobresaltos