No somos heroínas de novela, pero ahí estamos, con los cincuenta cumplidos y estupendas a pesar de la menopausia. Unas emprendedoras y triunfadoras, otras, cotidianas amas de casa u oficinistas, felices o desesperadas, a dieta o haciendo pesas y Pilates. Pero eso sí todas un tanto expertas en la vida y con un buen par de tacones... Seguimos en Caza, ¿o no? ¿Divorcios, arrugas...?
Los cincuenta me pesan, me sofocan, me cansan, me irritan. Unos días no me aguanto, otros, me soporto por ahorrarme actividad mental, pero son muchos días en los que abro nuevas puertas, siendo más tolerante, más receptivo o incluso recuperando aficiones pasadas... quién me lo iba a decir, a mi edad.