Sus anteriores libros, el agotadísimo EL NO HACER, La vía del desprendimiento y La ciencia de lo particular, dio en su momento a conocer a un público selecto e inteligente, una perspectiva única de la visión del mundo que desarrolló Sensei Tsuda, sin duda alguna tocada por dos varitas mágicas que dejaron honda huella en su trabajo, la del siempre genial Morihei Ueshiba, y la del no menos peculiar Noguchi. El primero desde el Aikido el segundo desde el Seitai abrieron la mente de este magnífico autor hacia una forma de mirar que posee una fuerza muy personal.