México es una tierra insólita donde todo está al revés de cómo lo hubiera colocado un ordenador del viejo mundo.
Nuestra propia posición geográfica es rara: un país tropical, pero en el que todo lo mas inconcebible esta junto y a la vista: pluviselvas y desiertos, hielo y fuego, mar y nieve.
La conquista misma es muy fácil malentenderla, porque, para empezar no fue conquista, sino una guerra india provocada e instrumentalizada por los blancos, que jamás hubieran podido realizar por si solos. La idea que en general se tiene de ella es deprimente: unos crueles indios habían formado un gran imperio sojuzgando a todos los demás; pero en el fondo todos eran tan débiles y tontos que se dejaron embaucar y esclavizar por una insignificante cáfila de bandidos blancos, y de la mezcla de esos dos –de tontos y bandidos- nace México…
La realidad es diferentísima, más emocionante y enternecedora que la mejor obra de ficción. México no debería existir dentro de la lógica del acontecer humano, pues los indios eran inconquistables para las míseras fuerzas españolas.