La palabra radiestesia proviene del latín científico radium, radiación, radioactividad, y del griego aisthesis, sensibilidad. Radiestesia significa, entonces, sensibilidad a las radiaciones.
Usted y yo somos radiestesia. Su loro, su perro y su canario también lo son. Esto se debe a que todos poseemos la capacidad de sentir las radiaciones. Sin embargo, existe una diferencia entre nosotros y nuestros animales. En la medida en que éstos no se han divorciado tanto de la naturaleza como sí lo hemos hecho nosotros, pueden realmente percibir las radiaciones, es decir, experimentar instantáneamente las sensaciones que éstas producen. Nosotros, en cambio, las percibimos en menor grado o de manera sumamente suave, sutil o diferida en el tiempo y en el espacio. A veces, aquello que nuestros animales captan instantáneamente nosotros lo concientizamos muy a la distancia por los efectos que causa en nosotros...
