Un hombre inocente es buscado por la policía. Decide ocultarse con su amante en un lugar apartado mientras pasa el peligro. Pero no tiene dinero. Para conseguirlo viaja a una ciudad de provincia y llega a la casa de un tío suyo, que es el hombre más rico de la región. En los días que siguen, el perseguido, a pesar de su inocencia, teje, con las mentiras que cuenta, las pasiones que provoca, sus propias pasiones y las ambiciones de sus parientes, un enredo del que van a resultar dos crímenes.
Esta novela fue la quinta de Ibarguengoitia, quien, al referirse a ella, decía:
Empecé a escribirla buscando un contraste con Las muertas, que es mi novela anterior. Mi intención fue hacer un divertimento como los que escribía Graham Greene entre sus novelas más serias. Al terminarla, veinte meses después, he descubierto que quizá los divertimientos diviertan al lector, pero escribir éste me costó el mismo trabajo, o más, que escribir mi novela seria.