Debe amanecer es la historia de dos muchachos de provincia que por no adaptarse al medio de hipocresía y religiosidad mal entendida de la cabecera municipal, donde viven, se refugian en Zitlaltepec, en donde se convierten en maestros voluntarios. Allí conocen en toda su intensidad el gran drama del medio rural. En las páginas de este libro se exponen claramente los graves errores de aplicación de muchos programas de desarrollo y se plantea la necesidad de un cambio de actitud hacia estas comunidades que han sido inundadas de demagogia y de verdaderos actos de bandolerismo, a tal grado, que Carlos, un personaje, decide iniciar con un grupo de campesinos armados, no un movimiento revolucionario, sino la defensa propia, único camino que, en muchísimos casos, queda a quienes sufren, más que nadie, las consecuencias de la corrupción que vivimos.