La llegada de un nuevo bebé siempre produce los celos del primogénito, sea éste niña o niño, Y no tiene nada que ver la educación, la calidad humana o la cultura, nuestros pequeños siempre se pondrán celosos de sus hermanitos por la sencilla razón de que nos aman, y creen que el nuevo miembro familiar (ese villano sin escrúpulos) les arrebatará nuestro amor.