GRANDES AMORES DE LA HISTORIA

Ella era una talentosa joven de veintiún años cuando lo conoció, y quedó encandilada por ese hombrecito bajo, feo pero inteligente, seductor y tan afín a su modo de ver el mundo. Comenzaron a preparar juntos un examen y nunca más dejaron de verse. Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir se amaron e hicieron un curioso pacto: cada uno por su lado podía tener amores contingentes, sin que ello afectara el amor necesario que los unía. Y lo cumplieron hasta el final de sus días. Durante muchos años y para más de una generación, fueron modelo del intelectual comprometido y del amor libre . Atravesaron los pesares de la Segunda Guerra Mundial, vivieron un París revulsivo y en plena ebullición de ideas. Jean Paul sería famoso como escritor, filósofo y militante comunista. Simone sumaría a ello una lúcida defensa de los derechos de la mujer. Su relación sentimental no puede equipararse a ninguna otra ordinaria en la sociedad: fueron amantes y amigos; no fueron novios y mucho menos esposos. Siempre parecían ser por encima de toda categoría. Se comprometieron a decirse la verdad siempre, aún cuando doliera. Compartieron algún amor y se contaron sus aventuras... Este libro narra la historia de esa relación atípica sin evitar los detalles escabrosos ni regodearse en ellos, sin idealizar a sus protagonistas ni dejar de resaltar lo extraordinario de su contradictorio y duradero amor.

Tenían personalidades opuestas y, sin embargo, estaban destinados a unirse con un amor hecho de atracciones y rechazos y sólo interrumpido por la muerte. La relación entre Frederic Chopin y Aurore Dupin, autonombrada George Sand, tuvo como contexto el Romanticismo, por lo que se ha visto como idílica y apasionada; no obstante, éste es el mayor mérito de este libro, pintar la realidad de un afecto que escapa a toda idealización y que fue más bien humano, terrenal y frágil… Y, quizá por ello, también atractivo. SOBRE LA AUTORA: Mónica Glasman es argentina y se graduó como licenciada en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es docente universitaria y escritora, y bajo el seudónimo de Mónica Berenstein ha publicado varias novelas históricas entre las que se encuentran Madame Du Barry. La última favorita, Alejandro VI. El insaciable Papa Borgia o Alfonsina Storni. Pequeña, grande, eterna.

Corren los años 20 en México. En lo alto del andamio, el pintor está concentrado en su mural. Desde abajo, una muchachita, casi una niña, lo interpela sin temor. Ella dice haber nacido con la Revolución Mexicana; el sueña con la Revolución universal. Seis años después volverán a encontrarse; ella accidentada y semitullida, él con renombre y rodeado de mujeres. Pero allí sienten que están destinados el uno al otro. En 1929 se casan. Diego es corpulento y ella menuda; él tiene más de cuarenta años y Frida veinte menos. Parece la unión de un elefante con una paloma, sentencia la madre de ella con recelo. La noche de bodas es un presagio de lo que será la relación; está rodeada de alcohol, escándalo y balacera. El matrimonio sería un desfile de amantes, creatividad compartida, militancia política y hasta un divorcio de apenas un año. Pero a la vez, el amor de ambos sería arquetipo de una época tumultuosa, de un México temperamental y vivo, de sueños revolucionarios y arte para todos, de consignas duraderas y aventuras transitorias. Por estas páginas desfilan el colorido Coyoacán y los ambientes bohemios de París o Nueva York; personajes como León Trotsky, Tina Modotti o André Bretón; la famosa Casa Azul y las banderas rojas. En plena madurez como escritor, Sánchez Sorondo nos ofrece tal vez su mejor libro, cuyo estilo apasionado se amolda a este amor que aún hoy, nos sigue conmoviendo.

Ella había tenido una infancia dura y carente de afecto. El provenía de una familia de rígidos principios religiosos, pero con apetencias políticas y poco escrupulosa a la hora de concebir negocios o entablar alianzas transitorias. Una publicación destinada a relevar el trabajo de las mujeres durante la guerra puso el rostro de Marilyn Monroe en primera plana, y de allí no tardo en convertirse en el sueño de millones de hombres, primero en su país y luego de todo el mundo. Un día se cruzaron, y comenzó otra historia, donde salieron no solo ellos fueron los protagonistas, sino también el trasfondo oscuro del espectáculo, los secretos de la política, los intereses de la mafia, la CIA y el FBI

La prodigiosa obra del pintor David Alfaro Siqueiros está fuera de toda discusión. La figura de Blanca Luz Brum, uruguaya por nacimiento, peruana por matrimonio, mexicana por amor, argentina por pasión, chilena por corazón y descendencia, es menos conocida, pero emana similar aura de leyenda. Ambos fueron inconformistas, polémicos, fogosos, irascibles. Y además, ambos se amaron; con intensidad durante cuatro violentos años; con distancia durante décadas. Esta es la poca transitada historia de dos seres desmesurados: una buena historia de amor.

La ecuatoriana Manuela Sáenz nació a la revolución contra el poder colonial español muy temprano, quizá en 1810, e incluso el general San Martín le concedió el título de Caballeresa del Sol, por sus valiosos servicios a la causa de la independencia. En 1822 conoció a Simón Bolívar, fundador y héroe máximo de tres repúblicas americanas y, a partir de entonces, su apasionado amante. Esta es la cautivante historia de un amor que hunde sus raíces en la gloriosa gesta americana, por sobre los peligros, las críticas y sus propios demonios.

Desde su primera juventud, Giuseppe Garibaldi se unió a las filas republicanas y fue condenado a muerte, por lo que tuvo que huir a Brasil, donde conoció a Ana María de Jesús Ribeiro, una joven catorce años menor y casada, de la que se enamoró y con la que unió su vida en medio del escándalo y la condena social. La muchacha, entonces, se convirtió en una temeraria guerrera que secundaba a su hombre y tomaba el primer lugar en batalla. Esta es la historia de un amor que amalgamó ternura y pasión guerrera.

Cuando Pablo Neruda conocio Matilde Urrutia, el estaba casado y ya gozaba de reconocimiento como poeta; habia recorrido los caminos de la politica y la diplomacia y habia viajado por el mundo. Ella, de origen humilde, era una cantante de gran teson y relativa fortuna. Esteban Campois narra la historia de esta relacion sin idealizarla, sin evitar sus pasajes escabrosos, pero reconociendo su peculiar fidelidad y pasion. Detras, como marco referencia obligada, esta la historia de Chile, con sus dias de gloria y su noche obscura.