MANAGER EN 20 MINUTOS

Escribir un plan de negocio es un paso verdaderamente importante para iniciar cualquier nueva empresa.

Ya seas recién ascendido o un líder veterano, tienes un equipo para dirigir, metas por cumplir, ideas a seguir, entusiasmo abundante, pero poco tiempo.

Cuando hablas con tus compañeros u otros miembros de tu empresa sobre temas de trabajo, ¿haces feedback con ellos?

Tienes problemas: tu empresa necesita un nuevo servicio para ofrecer a sus clientes o, tal vez, una mejora interna que se está retrasando demasiado.

Dirigir una reunión puede ser una excelente manera de tomar una decisión, reunir ideas o inspirar a un equipo, por no mencionar una excelente oportunidad para demostrar tus habilidades en organización, motivación, colaboración y liderazgo.

Cultivar una relación productiva y mutuamente beneficiosa con tu jefe comienza por ti, con el trato directo con él.

Sea cual sea el puesto que ocupes en tu empresa, harás mejor tu trabajo si entiendes los conceptos financieros básicos; contribuirás más eficazmente a los esfuerzos de tu empresa por ganar dinero y crecer.

Se requiere más que personalidad y un buen uso del PowerPoint para dar una presentación persuasiva.

Te han pedido que dirigieras un proyecto. O sabes que pronto te lo pedirán. Hasta ahí no hay sorpresas, pues cada negocio envuelve muchos proyectos a la vez. Si eres un líder, o si esperas llegar a serlo, entonces la dirección de proyectos con el tiempo será parte de tu perfil laboral.

Tienes demasiado por hacer y muy poco tiempo. Es frustrante y estresante, y lo peor es que tiene un gran impacto en tus posibilidades de éxito.

Liderar equipos de trabajo virtuales implica una serie de desafíos únicos. Por ejemplo supervisar las tareas y responsabilidades de personas diferentes que trabajan en lugares remotos de forma independiente, con un propósito compartido. Muchas veces las zonas horarias, las barreras del idioma y las complicadas tecnologías pueden conspirar contra el equipo de trabajo.

A cada hora que pasa crecen las demandas, y el trabajo se te está amontonando. Objetivos poco claros, interrupciones constantes y tareas urgentes reclaman tu atención, obligándote a trabajar por debajo de tus posibilidades y expectativas.