Según los expertos en acoso escolar, existen factores familiares que pueden llevar a que los hijos ejerzan conductas violentas, como la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonable de la conducta de los hijos, una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación, así como las tensiones y peleas en la familia.
Urge detener este problema que cada vez cobra más víctimas. Las familias, al igual que las instituciones educativas, deben unirse en esta tarea; necesitan aprender a reconocer las primeras señales de acoso escolar sin minimizar ni callar el problema.
Estimados lectores: el propósito de este libro es proporcionarles a los padres de familia y maestros algunas ideas, reflexiones y alternativas para detener y resolver, desde el hogar hasta la escuela, este problema social.
