El espíritu de servicio, la abnegación y el inquebrantable afán de auxiliar a sus semejantes, condiciones indispensables para ejercer la medicina, toman dimensiones excepcionales en ¿Enfermera, doctora o santa? La novela relata la vida de una mujer poco común a quien tal pareciera que la vida se empeñaba en alejarla de su más caro anhelo: ser médico cirujano. Los protagonistas, de personalidades enconadas, se desenvuelven en un sinfín de situaciones polarizadas. Mayra, joven estudiante de brillantez envidiable, por azares del destino ve truncadas sus aspiraciones y por un vuelco de la vida pasa de niña rica y mimada a simple afanadora en un hospital, pero su empeño y tenacidad, aunadas a sus virtudes, logran imponerse y alcanza exitosamente sus sueños. Rogelio, estudiante mediocre y conflictivo, termina su carrera de medicina a base de corrupción y jugarretas políticas, sin saber siquiera empuñar un bisturí. En la obra juegan dos realidades de la condición humana: la virtud y la perfidia, las cuales logran su máxima expresión en los pasillos, quirófanos y salas de un hospital y en las inmediaciones de la componenda inescrupulosa del politiquillo ruin.