Las personas que más amamos a veces son las que más nos impacientan y desesperan, y la clave para mejorar nuestras relaciones está en el conocimiento de los temperamentos. Por qué uno es lento y el otro nervioso, uno enojón y el otro sentido. Cada cual con sus tendencias y su manera particular de responder ante la misma realidad. Por eso si cuatro personas de diferente temperamento observan una misma situación la van a describir de maneras totalmente distintas. ¡Y todas tienen razón! Están percibiendo e interpretando de acuerdo con su temperamento. Comprender esto nos permite ser más pacientes, tolerantes y compasivos.
Rosa Barocio, con muchas anécdotas y un gran sentido del humor, te ayuda a través de esta lectura a reconocer tu temperamento y te ofrece maneras prácticas para trabajar tus limitaciones. La vida es rica en las innumerables experiencias que nos ofrece para crecer, pero de nosotros depende aprender a transformar las fricciones que surgen de las relaciones diarias para convivir de una manera más armoniosa. Para que en vez de tratar de cambiar a los demás, los aceptemos y los amemos de manera incondicional.
