La voluntad de poder es, pues, un compendio, una reunión estructurada de conceptos frescos y redactados al vuelo de la pasión, de la inspiración, del ensueño o de la locura; este libro tiene el gusto del diario íntimo y del proyecto, de lo que se anota para después, para cuando se logre acumular la suficiente paciencia y lucidez para dar forma y color a lo que ahora no es más que un esbozo. Así que en este libro no se puede esperar lo que en otras obras de Nietzsche se encuentra al grado de la genialidad: coherencia intelectual y sensibilidad poética. Lo que aquí tenemos es un río desbordante de ideas.