Expresión más neta, enérgica y contundente del pensamiento tardío de Friedrich Nietzsche, El Anticristo fue el primer inédito que padeció las operaciones de falseamiento y mutilación que llevó a cabo Elisabeth Forster-Nietzsche. Esta, además de suprimir párrafos enteros, así como el subtítulo del texto (Maldición sobre el cristianismo), hizo creer que se trataba de la primera entrega de una obra a la que su hermano se había referido como proyecto: La voluntad de poder o Transvaloración de todos los valores.