Implacables, los Cuentos de amor de locura y de muerte (por pedido expreso del autor se suprimió la coma del título), seducen con historias inquietantes, diálogos tensos y ese universo violento y salvaje que es el sello de Horacio Quiroga. La tragedia, siempre latente, se destila con parsimonia, como un veneno, esperando el momento para desencadenarse. Amores truncos, traiciones, enfermedades, adicciones se entretejen y atrapan a los personajes, que quedan prisioneros tanto en espacios cerrados como abiertos. Porque más allá del escenario (la cama matrimonial, la tumba o la selva misionera), lo que queda claro es que no hay escapatoria.