La solución no es otra que hacer un buen proyecto arquitectónico. Solo un buen diseño racional y honesto es el que proporcionará una verdadera arquitectura ecológica, sin necesidad de artefactos, sellos, ni manipulación mediática. En este sentido, existe un puñado de arquitectos capaces y sensibles que se han impuesto el reto profesional y personal de crear una buena arquitectura ecológica.