Todo dios que se precie de serlo posee su libro sagrado, así que no podía faltar la Biblia del terrible Cthulhu: el famoso tratado de magia negra y conjuros portentosos, el Necronomicón. Este libro es terriblemente peligroso –se afirma que leerlo produce insania–, y se mantiene bajo llave en muy pocas bibliotecas.