Si en la cultura hispanoamericana un poemario de ausencias de amor ha logrado penetrar en el acervo de los lectores de literatura, es sin duda Veinte poemas de amor y una canción desesperada el que mayor calado ha conseguido. Pablo Neruda publicó el libro en 1924, cuando sólo tenía veinte años.
Desde el primer momento estos veintiún poemas se convirtieron en seña de las sucesivas generaciones de lectores que han seguido encontrando en ellos las palabras justas para expresar la melancolía por el amor ausente. Hoy como ayer y siempre, estos versos son la mejor expresión de los sentimientos amorosos que todo lector hace suyos y, en cada personalización, los convierte en clásicos.