Toto era el joven y mejor amigo de Dorothy. El hacía reír a la niñita y evitaba que se volviera gris, como el resto del mundo. La cabaña donde vivía Dorothy con su tía y con su tío era triste y gris, ¡justo como las praderas que la rodeaban! Pero Toto tenía un pelaje café y blanco, una cola que nunca dejaba de mover y ojos vivarachos que le suplicaban a Dorothy que jugara con él.
Este libro es una adaptación del texto original, con espectaculares ilustraciones de Manuela Adreani, artista de una sensibilidad peculiar capaz de recrear con sus dibujos el reino imaginario del magnífico y terrible mago de Oz y de transmitir la magia de una historia que se ha convertido en un clásico atemporal.