Cuando hablamos, aprovechamos todo cuanto está a nuestro alcance: usamos los brazos, las manos, los ojos, nuestro tono de voz, el porte mismo... Si es necesario, nos repetimos. Respondemos a preguntas, ahondarnos, resumimos y volvemos a repetir. Así sucede en el lenguaje oral, y nadie se queja. Pero en la escritura, esto tendría resultados desastrosos.
La escritura requiere pensamiento, análisis, estrategia. No todo el mundo está dispuesto a invertir el tiempo y esfuerzo necesarios para crear un texto claro, emotivo, contundente o hermoso.
Textos y pretextos. Guía de gramática y estilo para escribir bien está pensado para dotar a sus lectores de los elementos necesarios para hacer precisamente eso: crear escritos memorables y convincentes, además de legibles correctos, si por correctos entendemos perfectamente comprensibles por la gran mayoría de los hablantes del idioma. Si bien es cierto que hay quienes redactan con mayor naturalidad y sencillez que otros, nadie es perfecto. Todos podemos aprender a mejorar nuestras habilidades expresivas mediante la escritura. Se trata de trazar caminos claros para hallar salidas eficaces. Y si en el proceso podernos aprender a comunicar nuestras ideas y emociones de manera clara y decisiva, con lenguaje poderoso y convincente, ¡tanto mejor!