James Joyce ha sido considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, debido a su agudeza psicológica y a sus originales técnicas literarias. Su primera novela, Retrato del Artista Adolescente, es una obra autobiográfica. En ella, Joyce recrea su juventud y vida familiar en la historia de su protagonista, Stephen Dedalus, quien vive las pequeñas-grandes aventuras de la infancia mientras estudia en un colegio jesuita. Después llegan las turbaciones de la pubertad y su primera experiencia sexual en un burdel de Dublín. Un retiro espiritual lo hace decidirse por una vida de santidad, pero no tardan en presentarse las insatisfacciones y decide desvincularse de las instituciones religiosas y políticas, así como de los hábitos familiares. Al igual que Dédalo para escapar del laberinto, él debe ponerse alas para salir del Dublín que lo tiene aprisionado y seguir su vocación de artista. En esta obra, Joyce utilizó ampliamente el monólogo interior, recurso literario que plasma todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones de un personaje con un realismo psicológico depurado. A través de este recurso, el lector se ve involucrado totalmente en la verdad de la narración porque lee, metafóricamente, en la mente de los personajes y habita en el inconsciente de ellos.