Emma Woodhouse, una mujer hermosa, inteligente y rica, poderosa de una excelente casa y de temperamento alegre, parecía contar con todas las virtudes que facilitan la existencia. A sus casi veintiún años muy pocas cosas le habían causado molestias o humillaciones. Ella era la menor de las dos hijas de un padre muy cariñoso e indulgente, y se había convertido en señora de su casa desde muy temprana edad por el matrimonio de su hermana. El lugar de su madre –muerta muchos años antes y de cuyas caricias Emma solo conservaba un vago recuerdo- lo había ocupado una excelente mujer que hacia las veces de institutriz y cuyo afecto era casi comparable al de una madre. Esta novela de Jane Austen, considerada un a de las obras maestra de la narrativa del siglo XIX, muestra una problemática femenina y peculiar de la época, en la que l mujer que ha logrado cierta posición social y una educación refinada, se debate entre sus propios prejuicios y conceptos sobre lo que debe ser el mundo y la realidad que la rodea, sin encontrar algo que la satisfaga por completo.