Actualmente no se concibe adquirir conocimientos de marketing sin estudiar en paralelo el comportamiento del consumidor. Son las dos caras de una misma moneda. El marketing proporciona conceptos e instrumentos para la gestión, y el comportamiento del consumidor enseña cómo perciben, sienten y actúan las personas destinatarias de los bienes y servicios que producen las organizaciones. Los conceptos de marketing son insuficientes para actuar con éxito en el mercado si no se sabe cómo son y cómo se comportan las personas.
Este libro responde en estructura y contenido a los manuales más avanzados de comportamiento del consumidor, generalmente de procedencia norteamericana, con la diferencia de que en su redacción se ha puesto especial énfasis en nuestra cultura y en la forma que tenemos de explicar y entendernos. La línea argumental se basa en la formulación de conceptos, planteamientos de preguntas, discusión de soluciones, incorporación de aportaciones de otros autores, datos y estadísticas nacionales; todo ello de forma lógica, rigurosa y ordenada.
Existe un proverbio chino, atribuido a Confucio, que reza Si quieres ser un buen pescador, aprende a pensar como los peces. Su traducción al lenguaje de los negocios invita a reflexionar sobre lo que deben saber las organizaciones que deseen producir y colocar sus productos, bienes o servicios, en los mercados. Deben saber cómo piensan los consumidores, en otras palabras: para conseguir el éxito en los mercados, el conocimiento del consumidor es necesario. No significa que este conocimiento baste por sí mismo para acertar en el diseño de las estrategias empresariales, pero sí resulta un elemento esencial.