Para Chomsky, el déficit democrático que arrastra Estados Unidos y el afán por imponer manu militari sus intereses en todo el mundo hacen de esta superpotencia global un estado fallido.
O lo que es lo mismo: un estado que transgredí el derecho nacional e internacional.
La cruel paradoja que el autor revela en este libro es evidente: Estados Unidos, cuya retórica imperial se arroga el derecho a imponer la democracia y la libertad en el mundo, hace lo que presuntamente dice combatir.