Suscitar la pasión política que fomenta la discordia y el debate. Aguijonear las mentes para que éstas desenmascaren las trampas que se esconden bajo las apariencias de los discursos falsamente progresistas y cuya verdadera esencia es la de perpetuar el control, la dominación y la explotación. Esta es la propuesta que el filósofo esloveno Slavoj Zizek desarrolla en este libro, donde el tono panfletario convive con la densidad de un pensamiento refrescante, ¡conoclasta y resueltamente incorrecto!