Antes de esta quinta parte de la Primera Serie de los Episodios Nacionales de Galdós, presenciamos la batalla de Trafalgar, que abre un ciclo nuevo tal la historia de España: derrota en que prácticamente desapareció la marina española, aunque el heroísmo de algunos de sus capitanes (Gravina, Churruca, Alava) hicieron de ella motivo de orgullo para el pueblo, en quien despertó el sentimiento de la patria. Estuvimos también en la corte de Carlos IV, en el motín de Aranjuez del 19 de marzo de 1808, la abdicación del rey y la proclamación del intrigante príncipe de Ashtrias como Fernando VII. Supimos de la salida de la familia real hacia Bayona y del levantamiento y asesinatos del 2 de mayo en el Prado, y finalmente de la memorable victoria de Bailén, respuesta magnífica a la imposición de José Bonaparte como rey de España. Después de Bailén (que coincide con los primeros sitios de Zaragoza y Gerona), José Bonaparte (bautizado por el odio popular como Pepe Botella y el Tuerto) se vio obligado a salir de Madrid, en donde volvió a ser proclamado Fernando VII. El amor propio herido del emperador de los franceses respondió de inmediato: Napoleón en persona pasa la frontera y atraviesa la Península al frente de un ejército de 200,000 soldados y 50,000 caballos derrotando a su paso (en Espinosa de los Monteros, en Gamonal y Somosierra) a los precarios e improvisados batallones españoles y estableciendo su cuartel general en Chamartín de la Rosa.